lunes, 12 de abril de 2010

Descubierto un pasodoble inédito de Muñoz Seca en memoria de Joselito

Una investigación del cántabro Salvador Arias, presidente del Aula La Venencia, saca a la luz el documento

DIEGO RUIZ/SANTANDER
25 febrero 2007

El torero Joselito murió en 1920 en Talavera, a los 25 años. / DM


Al escritor y dramaturgo Pedro Muñoz Seca (Puerto de Santa María 1881-1936) le impresionó tanto la muerte del torero José Gómez Ortega (Joselito o 'Gallito') en la Plaza de Toros de Talavera de la Reina, el 16 de mayo de 1920, que decidió hacerle una canción. Más tarde, el maestro Joaquín Taboada Steger le puso música a la letra y surgió 'Pobre Joselito', el único pasodoble que tiene el torero sevillano al que el toro Bailaor (y de la señora viuda de Ortega) mandó al otro mundo a la edad de 25 años.

Desde entonces, la partitura del 'Pobre Joselito' ha permanecido, almacenada e inédita, entre las pertenencias de la Fundación Pedro Muñoz Seca que preside Rocío Ussía, nieta del dramaturgo y hermana del también escritor y periodista Alfonso Ussía.

El pasodoble, desde el pasado viernes, está en Santander, en manos de Salvador Arias Nieto, presidente del Aula de Cultura La Venencia, quien por casualidad descubrió la existencia de esta canción taurina que, además, pone por tierra dos cuestiones importantes.

La primera es que este 'Pobre Joselito' es el único pasodoble dedicado al torero de Gelves (Sevilla). El titulado 'Gallito Chico', que suena el 16 de mayo en la Real Maestranza de Caballería de la capital andaluza, para romper el paseíllo cuando hay corrida de toros, y en honor a Joselito, no está dedicado a él. El maestro Lope Gonzalo, compositor natural de Ezcaray, en La Rioja, lo compuso para Fernando Gómez Ortega 'Gallito Chico', nacido en 1884, y segundo de los tres hijos varones del primero de los 'Gallos', por lo tanto, el hermano Rafael y José.

Este pasodoble se estrenó en el año 1904, cuando Joselito contaba tan sólo con nueve años. Por aquel entonces, aunque con sangre torera en sus venas, no podía aún dedicarse al oficio y menos contar con una música en su honor. Según las investigaciones realizadas tanto por la Fundación Pedro Muñoz Seca como por Salvador Arias, Santiago Lope Gonzalo compuso 'Gallito Chico'.

Fue un encargo de la Asociación de la Prensa de Valencia, con motivo de un festejo mixto organizado a beneficio de los periodistas de la capital del Turia. Para darle mayor singularidad al evento, los organizadores del mismo encargaron un pasodoble para cada uno de los matadores actuantes: Gallito, Dauder, Angelillo y Vito. La misión se la largaron a Lope, por entonces director y fundador de la Banda Municipal de Valencia. De los cuatro que sonaron aquella tarde, el de mayor éxito fue precisamente el dedicado a Fernando Gómez Ortega, convirtiéndose en la obra cumbre del compositor riojano.

De hecho, a su muerte, el 25 de septiembre de 1909, a los 38 años, el pueblo se echó a la calle para acompañar el féretro mientras interpretaba la banda, sin director ni batuta, 'El Ocaso de los dioses', de Wagner. Pero el público pidió a gritos que se tocase un pasodoble del maestro y aquel día sonó 'Gallito', arrancando más de un sollozo entre la gente.

La segunda de las cuestiones que quedan en tela de juicio, o al menos en interrogante, es cómo José María de Cossío, en el tomo segundo de Los Toros, en la página 347, señala que «Así, Pedro Muñoz Seca, el fecundo y desdichado autor de comedias, dedicó al suceso» refiriéndose a la muerte de Joselito, «unas quintillas en que quiso remendar el tono quejumbroso de unas coplas de ciego». En realidad, se trata de los primeros compases de ese pasodoble ahora descubierto.

Fue precisamente por este detalle como Salvador Arias y la Fundación Pedro Muñoz Seca descubrieron el 'Pobre Joselito' Durante la elaboración de la obra 'El Siglo de Oro de la Poesía Taurina', del Aula de Cultura La Venencia, Arias se dirigió a Rocío Ussía Muñoz Seca para saber si las famosas quintillas eran sólo eso, unas quintillas, o por si por el contrario formaban parte de una pieza más amplia. La cosa es que ahora este documento histórico, sin estrenar, inédito, que nadie ha interpretado, y del que ni tan siquiera se sabe si tiene o no calidad o qué suena, es que está en manos de un cántabro que, para dicho documento, y con el permiso de la Fundación Muñoz Seca, quiere un buen tratamiento. Ya habla del Palacio de Festivales, de la Plaza de Toros de Cuatro Caminos, de la Coral Salvé de Laredo. Algo habrá.

De momento, el presidente de La Venencia, Salvador Arias, informó ayer en una conferencia de la existencia del pasodoble en las jornadas de formación organizadas por el Colegio de Veterinarios de Cantabria.

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